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Existen innumerables estudios que demuestran que, si mantenemos una alimentación «sana» y realizamos una actividad física adaptada a nuestras necesidades y posibilidades, conseguiremos mantenernos saludables por más tiempo y, seguramente, con una mente más ágil.
Estamos de acuerdo en que a ninguna madre o a ningún padre le gusta que cuestionen su parte de responsabilidad en lo que respecta al estado de salud y peso de sus hijos, o sobre cómo los alimentan, pero ¿de verdad actúan de la manera más conveniente con ellos?
¿ANALIZAMOS NUESTRAS RUTINAS?
Como padres y maestros, no podemos obviar que el funcionamiento y la resistencia del cuerpo humano, así como el estado emocional de una persona dependen en gran medida de su dieta y la actividad física que realiza.
Supongamos que los niños pasan sentados unas cinco horas cada día en el colegio; de estas, cuatro son lectivas y una para la comida. En casa, disponen de otras ocho horas aproximadamente para comer, cenar, hacer tareas, estar frente a un ordenador, ver la televisión… Son demasiadas horas de sedentarismo. Necesitan más actividad física.
Por otra parte, en la actualidad, los jóvenes son los principales consumidores de snacks y comida rápida, alimentos que suelen carecer de nutrientes, pero a los que, sin embargo, les sobran las grasas saturadas y los conservantes perjudiciales. El resultado de la suma de estos dos factores es que nos enfrentamos a un problema muy serio.
Los estudios informan de que, debido a hábitos como mirar pantallas durante las comidas, el sedentarismo y el consumo de comida basura, el 50 % de los niños, que en este momento tienen un peso normal, serán adultos obesos.
¿Sabías que la OMS considera la obesidad como una pandemia del siglo xxi? Entiende que, de los 7500 millones de personas que hay en el mundo, 1400 sufren sobrepeso y más de 500 obesidad. En resumidas cuentas, aproximadamente el 25 % de la población presenta problemas de sobrepeso.
¿Somos lo que comemos?
En realidad sí somos lo que comemos, ya que, si ingerimos alimentos ricos en nutrientes, podremos mantener en perfectas condiciones nuestra salud mental y física, sentir bienestar.
Lo único que necesitamos para lograr este objetivo es una alimentación saludable, lo que significa que:
- Los nutrientes que consumimos son apropiados en calidad y cantidad, según las necesidades de nuestro cuerpo;
- Sabemos elegir bien nuestros alimentos;
- Cocinar correctamente nuestras comidas;
- Comemos en el momento correcto y en las condiciones más adecuadas.
No debemos olvidar que nuestra mente depende mucho de la alimentación. Un ejemplo fácil es observar lo irritables, tristes o distraídos que podemos llegar a estar si nos privamos de comer.
De hecho, los estudios más recientes sugieren que una dieta equilibrada tiene mucha influencia en nuestra salud mental.
Para terminar, queremos recordar lo importante que sería conseguir que los jóvenes fueran conscientes de que deben mantener una buena relación con la comida. No creemos que sea grave si un fin de semana alguno se come dos bolsas de palomitas con sus correspondientes refrescos, lo grave es cuando se hace todos los días o se convierte en un hábito, y, más aún si cabe, cuando desconocen las necesidades reales de sus propios cuerpos.
Este vídeo –que es uno de los que puedes encontrar en nuestros libros digitales– expone con claridad las necesidades diarias de alimentación, las que cualquier joven debería cumplir.
La tecnología, una gran aliada para la actividad física
Si bien la tecnología es una de las causas de los hábitos que provocan sedentarismo en nuestros jóvenes estudiantes, más que demonizarla, debemos aprovecharnos de su potencial para encontrar soluciones atractivas que los lleven a realizar más ejercicio físico.
La madre de todos los vicios…
Todos sabemos lo que significa sentir pereza. No es fácil tener en cada momento fuerza de voluntad y motivación suficientes para realizar algún tipo de actividad física, mucho menos plantearnos hacerla todos los días. Imaginaos ahora lo difícil que resulta estimular a los jóvenes para llevarlas a cabo.
Propuesta
Te proponemos dos aplicaciones con actividades que puedes usar para promover la actividad física entre tus estudiantes:
- Just dance now. Este juego consiste en imitar al coreógrafo que aparece en la pantalla y reproducir sus mismos movimientos, intentando acertar lo mejor que se pueda en los mismos. El juego fue lanzado en las tiendas App Store y Google Play, por lo que pueden ser empleados también por quienes no poseen consolas o quieren jugar sin necesidad de emplearlas.
No obstante, necesitas un móvil, una pantalla y conexión a internet. El juego contiene una larga lista de canciones coreografiadas de muchos artistas conocidos.
- Coreografía Tik Tok. Como sabéis, nos gustan los retos, así que, ¿qué os parece si vosotros también retáis a vuestros estudiantes a hacer una coreografía de Tik Tok? Puede ser corta; lo importante es encontrar un ejemplo que motive a los cuerpos más perezosos del aula.
Esperamos que estas actividades sean de vuestro agrado y del de vuestros estudiantes. No olvidéis que, con al menos treinta minutos de actividad física al día y una buena alimentación, podremos obtener grandes beneficios para la salud.
Y recordad, «mente sana en cuerpo sano».