Nuestro artículo anterior se refería al papel que, en teoría, se supone, debe desempeñar el alumnado actual, qué actitud debería tener en su proceso de aprendizaje y, también, en las implicaciones de todo esto en el profesorado para aprender a enseñar hoy en día. Respecto al trabajo de este último, nos fijaremos fundamentalmente en las características que deben incluir las situaciones de aprendizaje (unidades didácticas) que plantee para alcanzar sus objetivos.
Situaciones de aprendizaje
Aprender debe ser una acción en la que el alumnado se implique personalmente. En las situaciones de aprendizaje, las actividades propuestas tienen que resultar accesibles si bien deberían contar con un cierto nivel de dificultad para que sean estimulantes. Se trata de pasar poco a poco de una enseñanza clásica en la que el profesor o profesora imparte su clase a otra orientada a la construcción de la competencia, entendiendo por competencia la manera que tiene una persona para movilizar sus propios recursos (habilidades, actitudes, conocimientos y experiencias) a la hora de resolver una tarea en un contexto definido.
La integración adecuada de los recursos listados permitirán al alumnado desenvolverse de forma eficaz en contextos de lo más variado. Por supuesto, se debería invitar a los estudiantes a usar su imaginación e intentar producir respuestas originales al tiempo que trabajan en equipo y colaboran entre sí todos sus miembros. Y todo esto al tiempo que se fomenta el desarrollo de capacidades metacognitivas destinadas a razonar sobre el proceso de aprendizaje propio y a mejorarlo.
Creación de situaciones de aprendizaje
La creación de situaciones de aprendizaje será labor del docente o de los docentes (incluso puede ser una labor a realizar por miembros de más de un departamento). Deberá tener en cuenta los intereses y conocimientos previos de sus alumnos y alumnas para que sean capaces de resolver los problemas planteados, reales o no, y que sean susceptibles de tener lugar preferentemente en contextos familiares. La realización de estas tareas implicará, a su vez, que el alumno tenga que hacer uso de diversas competencias y estrategias.
El tiempo para la realización de las tareas propuestas en la situación de aprendizaje se establecerá de antemano y, finalmente, se determinarán unos criterios de evaluación, que el alumnado conocerá antes de iniciar el trabajo, destinados a valorar su desarrollo y, por supuesto, el resultado final.
Aspectos a tener en cuenta en los proyectos planteados: aprender a enseñar hoy
En las situaciones de aprendizaje, la clave que sirva de desencadenante puede ser una interpelación motivadora o una pregunta sin respuesta inmediata. Así, por ejemplo, se podrían emplear determinados enunciados, con preguntas, que invitaran a la reflexión. El alumnado, en este caso, debería responder de manera clara, bien argumentada y, en la medida de lo posible, original. La pregunta podría concernir a una o quizá más materias, pero su respuesta será, por ejemplo, redactada (competencia lingüística) en algunas de las lenguas vehiculares o extranjeras (competencia plurilingüe), debatida y consensuada (competencias personal, social y ciudadana) y expuesta y defendida en público de manera convincente y respetuosa (lo que implica ciertas destrezas y actitudes), etc.
Otros modos de plantear situaciones de aprendizaje, además de los dos mencionados, podría ser enfrentar a los alumnos y alumnas a planteamientos que los incomoden (no olvidemos que queremos provocar el desarrollo de un pensamiento crítico) para que intenten llegar a la raíz de los problemas, y también exponerlos a resultados de experiencias que no parezcan lógicos, a un modelo explicativo a priori en contradicción con los suyos, presentar elementos (documentos, textos) aparentemente contradictorios, o que en efecto lo sean, o que no suelan ponerse en paralelo o una «trampa» en la que suelan caer.
Asimismo, creemos importante insistir en algunos elementos que convienen tenerse en cuenta cuando se crean situaciones de aprendizaje, como son su posible carácter lúdico y la presencia de elementos humorísticos, de desafío y, por supuesto, su utilidad formativa. En definitiva, se busca crear acciones que permitan al alumnado aprender y desear aprender. Con situaciones de aprendizaje bien preparadas y desarrollas, lo más probable es que los estudiantes aprendan y disfruten.
Las lecciones digitales de AEON incluyen contenidos y actividades que obligan a los estudiantes a trabajar de manera integrada los saberes de diversas materias, a desarrollar estrategias de aprendizaje, a tomar la iniciativa, trabajar en equipo, leer textos y documentos y mucho más.
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