10 propósitos educativos para el nuevo año

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(Autora: Alba Bueno)

Año nuevo, propósitos nuevos, «vida nueva»…

¡Ya estamos en la recta final de este largo 2021! Y, por eso, ya estamos todos mirando hacia el futuro y haciendo la famosa lista de propósitos… Seguramente, la mayoría de ellos sean personales. Pero, docentes queridos, ¿qué hay de vuestros propósitos educativos? Nosotros te ayudamos con eso, no te preocupes.

Propósito de enmienda o autoevaluación

Ser más profesional requiere valorar tu desempeño, qué has hecho, qué has dejado de hacer, qué te falta… Igual te resulta uno de los propósitos más complicados, pero te aseguramos que será el que mayor oportunidad de crecimiento te dará. Habrá que descubrir nuestros defectos, intentar enmendarlos, y potenciar nuestras competencias.

Cuidar a tus estudiantes

Jaume Cela dijo: “Jamás me cansaré de repetirlo: el primer deber de los maestros es amar a sus alumnos y alumnas”. Quien aplique este principio, y cuide de su alumnado, podrá conocer mejor las necesidades de su grupo. Porque el cariño y el sentirte cuidado crea una relación de confianza. No una confianza como la que se debe tener con la familia y amigos, pero sí una confianza que haga que los estudiantes puedan contarte sus dificultades sin miedo, por ejemplo.

Planificar más y mejor

La planificación didáctica de la clases es vuestra principal herramienta, nunca puede faltar. Cambiad la idea de la planeación como documento administrativo; hay que considerarla una base fundamental para conseguir los propósitos educativos. En la educación no cabe la improvisación, pues se debe planear para las contingencias, incluso las situaciones imposibles de suceder. Como una pandemia a nivel mundial… ¿Recordáis verdad? Ya. Nosotros también.

¿Competidores o colaboradores?

El resto de docentes, tanto del centro como de otros, no tienen porqué ser tu competencia. Pueden convertirse en grandes colaboradores e incluso amistades. La envidia profesional es una de las peores, y nunca hay que sentirse mal o menos profesional por pedir ayuda; igual que no debemos sentir sensación de superioridad cuando se la brindamos a alguien, sino compañerismo.

No te aferres a los libros de texto

El libro de texto no es vuestro único recurso. En realidad, el mejor recurso educativo es aquel que se adecue a las necesidades del estudiante, de la naturaleza del contenido y del contexto cultural, no hay que encasillarse en un único material. Además, ahora tienes un montón de herramientas a tu alcance para enseñar a tu alumnado en el aula. Pero de eso ya hablaremos en otro de los propósitos. Aquí solo queremos sugerirte que dejes volar la imaginación y no sigas el típico «a, b, c».

Padres: ni enemigos ni agentes externos

Los padres y madres de los estudiantes no son agentes externos al aula ni muchos menos vuestros enemigos. Hay que hacer hincapié en la importancia de incluir a los padres del alumnado dentro del aula tanto física como mentalmente. De esa manera, muchos padres reticentes a vuestros métodos de enseñanza, en lugar de juzgar vuestro trabajo, seguro que estarán encantados de colaborar en él –ya habrán observado lo difícil que es a veces llevar un aula–.

Cuenta tu experiencia

Proponte contar o incluso escribir tu propia experiencia. Imagínate la cantidad de estrategias, materiales, dinámicas, etc. que tendrías a mano si todos los docentes compartieran algo de su creatividad. Retener las ideas archivadas en tu cerebro no sirve de nada, pero el conocimiento que se comparte genera más conocimiento. Organiza charlas con otros docentes, comienza un diario, publica un blog, escribe un libro… Seguro que así, además, verás tu propia experiencia con otra perspectiva y te ayudará a mejorar algunos aspectos.

Utiliza las TIC

Sí, esto era de lo que íbamos a hablar más adelante… ¿Por qué aferrarte a los libros de texto si existe la tecnología? ¡Usa las TIC! Probablemente, tus alumnos sean ya todos nativos digitales. Por suerte, nos ha tocado vivir en una era de la evolución tecnológica, la cual es muy útil si sabemos aprovechar para potenciar los aprendizajes de los estudiantes. La tecnología es frágil y compleja cuando la vemos desde lejos, pero cuando la empezamos a explorar, aunque no sepamos nada, nos damos cuenta de su funcionalidad y sencillez.

Enorgullécete de tu profesión

Aunque, para nosotros, es evidente todo el valor que aportáis… Es un hecho que el docente en la sociedad ha perdido valor… Ha pasado, sin saber bien cómo, de ser una de las profesiones más respetadas a ser vista ahora como un oficio que puede realizar cualquiera. Algo de pedantería profesional no caería nada mal, presumir algo que los demás desconocen, el proceso de enseñanza y aprendizaje, hablar de lo complicado de tu profesión, de todo lo que hay que saber, de las angustias que hay que padecer… Se trata de hablar con una jerga pedagógica que, obviamente, sea un reflejo de lo bien que se trabaja en las aulas.

Cumple tus propósitos

Ya, ya… ¿Qué tipo de propósito es este? Pues, previsiblemente, uno de los más importantes. ¿Por qué? Porque es muy fácil hacer una lista de propósitos antes de comenzar el año, pero luego a casi todos se nos olvida la ilusión con la que redactamos esa lista y la de cosas buenas que sabemos que podría aportarnos cumplirla. Así que, este 2022, ¡cumple tus propósitos!

 

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