Así puede cambiar la inteligencia artificial la educación

La inteligencia artificial (IA) está cambiando rápidamente el mundo en que vivimos. Cada vez aparecen más herramientas que, en teoría, facilitan y agilizan muchos sistemas de trabajo. Sin embargo, no todo el mundo ve con buenos ojos su uso. Entre ellos, la educación, que ahora se enfrenta a un complicado reto.

El impacto de la inteligencia artificial

Sin duda, la inteligencia artificial está causando y va a causar un gran cambio en la forma de enseñar y realizar actividades académicas. La automatización de procesos y la creación continua de contenido supondrá una serie de oportunidades e inconvenientes para este sector.

Hay que tener en cuenta que la digitalización está cada vez más presente en la vida cotidiana y laboral de todas las personas, por lo que usar todas estas innovaciones en los centros educativos puede aportar múltiples ventajas al alumnado. Sin embargo, en este momento, puede parecer que la inteligencia artificial es solo para grandes empresas, pero en la educación va a suponer casi una transformación completa como afirma la UNESCO. Desde optimizar procesos de enseñanza, cambios en el tipo de actividades, nuevas formas de obtener conocimientos, el fin de las tareas repetitivas, etc.

Los retos de la IA en la educación

¿Estamos ante el fin de la educación tal y como la conocíamos?  La respuesta es simple: no.  Adaptarse a los cambios siempre es complicado. Integrar la Inteligencia artificial con la enseñanza resultará un tanto complejo al principio para las instituciones, los docentes y los alumnos, pero tampoco será un camino de rosas para la IA.

Entre las principales limitaciones que encuentra la inteligencia artificial para instaurarse en ese sector se halla la limitación de acceso tecnológico de la población, el posible aumento de las desigualdades educativas y las competencias digitales del profesorado en el uso de la IA.

Resulta clave que los docentes aprendan a usarlas de forma ética, reconocer cuál es su funcionamiento y cómo instalarlas en el aula para que complementen al docente, no lo sustituyan. Sin embargo, por mucho que avance esta tecnología, los profesores no podrán ser reemplazados, puesto que la IA no conseguirá emular y cumplir al cien por cien las funciones de este. Como por ejemplo guiar a los alumnos, comunicar una lección de forma creativa o fomentar la motivación de los estudiantes.

Ante todos los retos que se plantean solo queda un camino para la educación, integrar la IA en el aula y en los procesos de aprendizaje de forma paulatina.

Cómo integrar la inteligencia artificial en el aula

Nos encontramos en un punto donde no paran de aparecer nuevos programas de Inteligencia Artificial en el mercado, pero todavía se trata de una industria a la que le queda mucho desarrollo por delante. Sin embargo, hay varias formas de implementarlas en los centros. Aquí tienes una serie de ejemplos:

» Desarrollo de materiales personalizados:  existen muchos programas capaces de crear contenidos adaptados a las diversas necesidades de los alumnos.

» Elaboración de programas de estudios: la IA puede resultar muy útil para profesores en la búsqueda de información actual para el diseño de sus programas.

» Descubrir nuevas metodologías de enseñanza y conocimientos: mediante el uso de la IA los docentes podrán mejorar sus técnicas de enseñanza y descubrir nuevas estrategias para aplicar en sus aulas. 

» Recopilación de datos:  si los centros recogen todos los datos relacionados con los alumnos y se usa la IA para analizarlos se pueden sacar conclusiones o predicciones sobre estos y tomar decisiones en consecuencia.

En definitiva, la Inteligencia artificial tiene un gran potencial para la educación, aunque, en este momento, aún tiene un gran recorrido de mejora hasta que esté totalmente instaurada en la enseñanza. Sin embargo, es clave conocer qué aplicaciones tiene a día de hoy en el entorno educativo para no quedarse atrás.